El Papa Benedicto XVI enfrentó una de las más grandes crisis morales de la Historia de la Iglesia contemporánea, el abuso de menores a manos de clérigos y personas consagradas.
Para ello, realizó diversas modificaciones al Código Canónico que fueron propuestas por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fueron aprobadas en fecha 21 de mayo de 2010. Estos cambios se refieren al fortalecimiento de normas sustanciales procesales.
Entre otras se pueden nombrar de modo genérico:
1.- El derecho, de juzgar a los Padres Cardenales, a los Patriarcas, a los Legados de la Sede Apostólica, a los Obispos y a otros personas físicas.
2.- La ampliación del plazo de la prescripción de la acción criminal, que ha sido llevado a 20 años.
3.- La facultad de conceder al personal del Tribunal y a los abogados y procuradores la dispensa del requisito del sacerdocio y del requisito del doctorado en derecho canónico.
4.- La facultad de dispensar de la vía procesal judicial, es decir, de poder proceder por decreto extra iudicium.
5.- La facultad de presentar directamente al Santo Padre para la dimisión del estado clerical.
6.- La facultad de recurrir a la instancia superior de juicio, esto es, a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
7.- Sanciones en virtud de la violación indirecta del sigilo sacramental y de la captación o divulgación maliciosa de las confesión sacramental.
8.- La atentada ordenación sagrada de una mujer.
9.- Se ha equiparado al menor la persona adulta que habitualmente posee un uso imperfecto de la razón.
10.- Se han añadido como delitos la adquisición, la posesión y la divulgación por parte de un clérigo, con finalidad libidinosa, en cualquier modo y con cualquier tipo de medio, de imágenes pornográficas de menores de edad inferior a los 14 años.
11.- La posibilidad de adoptar las medidas cautelares también durante la fase de la investigación previa.
Muchos lo han acusado de haber
encubierto cientos de delitos. En efecto, los antecedentes más graves fueron en
2002 en la Arquidiócesis de Boston que culminó con la renuncia del Arzobispo Bernard
Francis Law y el pago millonario a muchas víctimas.
Posteriormente, en 2006, apenas
un año después del inicio de pontificado, La Santa Sede emitió un decreto de
censura al ejercicio del ministerio público al fundador de la congregación
Legionarios de Cristo sin pronunciar sentencia alguna sobre las acusaciones que
existían en su contra.
En efecto, a lo largo de su pontificado
se fueron descubriendo y comprobando comportamientos gravísimos y objetivamente
inmorales de muchos sacerdotes y miembros consagrados de Europa. Los testimonios
fueron cada vez más claros, elocuentes e incontestables.
De lo anterior se puede concluir que el entonces Papa tuvo el valor de afrontar estos terribles problemas y de reformar dentro de su propia competencia la vida eclesiástica a partir de la divulgación de diversos hechos inmorales ocurridos dentro de la misma Iglesia amén de su intervención para dar luz verde a la participación de las autoridades civiles en cualquier delito.
Fuente:
http://www.vatican.va/resources/index_sp.htm
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2010/documents/hf_ben-xvi_let_20100319_church-ireland_sp.html
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