GACETA JURIDICA UVM SAN ANGEL

miércoles, 6 de marzo de 2013

ENCARCELAMIENTO DE LA LIDERESA, LIBERACIÓN DE LA EDUCACIÓN


Mtro. Julio César Galindo Diego.

Reciente y grata noticia la aprehensión de la señora Elba Esther Gordillo (in) Morales,  lideresa del Sindicato de Trabajadores de la Educación (“maestros”), la que obedeció a evidencias de la comisión de delitos graves en contra del magisterio y de indebida disposición de fondos públicos, entre otros.
El asunto es de gran importancia cuando durante los últimos sexenios tal personaje, por omisión en el cumplimento del deber, las administraciones permitieron que su empoderamiento a escala tal que se convirtió de facto en la autoridad en la SEP, la que ponía e imponía a los altos funcionarios, amén de hacerlo a primer nivel en otras dependencias del Ejecutivo Federal; sin embargo, lo más grave no es lo anotado, sino el serio daño causado al nivel de la educación en el país, el que significativamente descendió a nivel mundial hasta llegar a los últimos lugares y aún en tal condición, sus agremiados, desde luego, con el liderazgo de la hoy indiciada, se negaban a capacitarse y su nivel de preparación también descendió a niveles en los que al ser evaluados no llegaban ni siquiera  a la media; de ello la responsabilidad de dicha lideresa (que no únicamente de ella), es en extremo significativa.
Las noticias conocidas, indican que el procedimiento de investigación previa hasta el logro de su aprehensión se encuentra suficientemente cuidado y en cumplimiento estricto a lo que la ley dispone; y lo más deseable es que todo el proceso penal que se siga sea en estricto cumplimiento a la ley; de no ser así, lo que hoy es muy bien recibido por parte de la opinión pública podría revertir en contra de un gobierno que, como todos los que inician su administración, ha logrado verlo con optimismo, no obstante tener muchos detractores. En esa línea de acción, es deseable que al igual que el caso en comento, se inicie cuanta investigación sea necesaria respecto de cualquier líder corrupto, sea del color que sea y al parecer, justificadamente, la opinión pública (que es la que vale), se pronuncia por que igual o similar procedimiento se siga en el caso del líder de PEMEX, el de los Mineros, “darle la puntilla” al de los ex electricistas y cuanto corrupto haya en el país, trátese de líderes sindicales, de miembros o dirigentes de partidos políticos, de empresarios defraudadores , etc., etc. (“Cuando veas las barbas de tú vecino cortar, pon las tuyas a remojar”).
El seguir una línea de acción como la referida, traería como consecuencia que el gobierno se fortaleciera, se tendría la certeza de un régimen y estado de derecho, se recobraría la confianza en las instituciones, se disminuiría la comisión de delitos, se recuperaría la seguridad, entre otras cosas y con ello y más se tomaría el rumbo de trabajo, progreso y desarrollo que el país requiere y los mexicanos clamamos.
Al parecer nos encontramos, coyunturalmente ante la oportunidad de retomar las riendas del país y ser artífices del futuro que deseamos. El no tomar medidas en ese sentido, sería indicativo de encontrarnos únicamente frente a algo que se hizo bien por necesario, si bien es cierto de importante repercusión en materia educativa, no así de la dimensión de dar rumbo y sentido al porvenir.
La voces de los agoreros del infortunio ya se han dejado escuchar; será mejor que asista la razón a quien ven un buen presagio y no a aquellos que con ánimo desmayado piensan que nada va a pasar y nada va a cambiar.

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