GACETA JURIDICA UVM SAN ANGEL

domingo, 15 de enero de 2012

TRES TESOROS DE LA VIDA MODERNA: LA SALUD MENTAL, LA FAMA Y PARA ALGUNOS, LA RELIGIÓN

Estos tres tópicos comunes que en el mundo contemporáneo han tomado singular fuerza.
Hace unos días supe de una persona que tuvo que ser hospitalizada en un centro psiquiátrico aparentemente a consecuencia de un tumor cerebral. Pero en ese lugar se atienden muchos otros problemas. Por ejemplo a quienes han intentado cometer suicidio, a quienes se encuentran envueltos dentro de las adicciones y a quienes padecen tal estrés que padecen otros trastornos. Estos síntomas generales son padecimientos mentales y muy comunes en la sociedad actual. Mientras unos lo atribuyen a las dificultades económicas y otros al acoplamiento artificial de de la vida urbana, lo cierto es que perder la razón es un riesgo latente  y generalizado en un importante sector social de la actualidad.
Ser una estrella de cine trae como consecuencia que millones de personas te conozcan. Además de tu fisonomía, tus gestos y algunas de tus actitudes naturales pueden ser encantadoras o terriblemente criticados. Tus defectos físicos, tu vida privada, tus amoríos, amistades, errores de etiqueta y escándalos morales pueden llegar a ser el blanco de innumerables leyendas, historias y mal entendidos. ¿Alguien tiene suficiente fuerza como para enfrentar a millones de televidentes que miran tu rostro o escuchan la divulgación de un error que pudiste haber cometido como haber tenido un accidente de tráfico?
A muchos les tiene sin cuidado la existencia del más allá y dejan para otro tiempo cuestionarse sobre Dios y su existencia. Al mismo tiempo, millones de personas hacen un esfuerzo por establecer un contacto personal mediante la oración, rezos, jaculatorias y múltiples ritos. Hay quien se auxilia de su fe para conservar la ecuanimidad y paz interior, pero no todos. Hay quien recurre a técnicas de relajación física o utiliza modernos instrumentos para oxigenar artificialmente los pulmones, prescindiendo completamente de la religión.
Lo anterior podría hacernos valorar tres hechos innegables de nuestra existencia:
1. Que tenemos una inteligencia que nos permite distinguir cuestiones más allá de nuestros sentidos y que cuando disfrutamos de buena salud podemos caer en la cuenta de los errores que comentemos.
2.- Que podemos apreciar que cientos de personas pueden influir en el devenir de la humanidad al ser modelos de inspiración y comportamiento pero pocas veces reflexionamos en los difícil que puede ser para ellos ser constantemente perseguidos por una nota sensacionalista que aumente la audiencia.
3. Que cuestionar el sentido de la vida y la necesidad religiosa personal puede ser un medio para recapacitar lo que es verdaderamente valioso e importante. Mientras algunos aseguran tener un contacto casi físico con el más allá, la mayor parte de los mortales solo podemos contentarnos con optar por o no por la fe.

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