Introducción
La Sociología Jurídica
estudia la relación entre el Derecho y los fenómenos sociales. El género, en el
este ámbito, es un tema legal que ha ido evolucionando y que se ha nutrido de
diversas normatividades para su protección, definición y limitación.
Del mismo modo en
que conservadoramente el matrimonio es exclusivo de las personas heterosexuales,
el sacerdocio está expresamente limitado a los varones y restringe entre ellos,
a las personas homosexuales aunque con diversos matices, razón por la cual, en
esta ocasión voy debatir la homosexualidad en el clero y en otros .
Para ello, se
realizará el análisis a partir de la segregación de la mujer en la sociedad a
fin de ilustrar la problemática del enfoque del debate, la aceptación del
género en la sociedad.
1.
LA MUJER
La mujer en la vida de la iglesia católica
En primer lugar se
ha fortalecido la idea de la dignidad de las mujeres en virtud de su propio rol
social. Se le reconoce su influencia y su importancia para sociedad. Se ha
enaltecido a diversos personajes de éste género como por ejemplo Santa Teresa
de Jesús y Santa Catalina de Siena. Reconoce atribuye los beneficios
ontológicos desde una perspectiva teológica y reconoce su papel en todo el
mundo.
Considera a la
mujer como un ser clave en la Historia de la Salvación enalteciendo a la Virgen
María. Por este hecho, considera la mujer como la representante del género
humano.
El debate del género inicia con la mujer
Para ello, primero
haremos un recorrido genérico para verificar cómo la mujer ha sido segregada de
la sociedad
Derecho Romano
En este sistema
jurídico se establecía que el matrimonio era una comunidad en la que el hombre
tomaba a la mujer y le facultaba el ascenso a su posición y rango. El “Pater
Familia” tenía la patria
potestad de la esposa. En otras palabras, la concepción de la mujer en esa
época, consideraba a las consortes provenientes de una categoría inferior.
Dicha asociación
nupcial, según estos preceptos, el varón quien faculta a la pareja, de nuevos
derechos en virtud del matrimonio. La
noción de entonces en relación a las féminas, era caracterizada por la
connotación de dominio del marido sobre la esposa.
Se define el
matrimonio como la unión legítima entre un hombre y un mujer, formada con la
intención de establecer entre ellos una comunidad indivisible de existencia, la
mujer a quien toma el marido por esposa, es una compañera a quine asocia a su
posición y rango y se entiende que la eleva hacia él.
En este sistema
jurídico el hombre tenía la patria potestad
sobre la esposa, el Pater Familias. La mujer es considerada como un hijo más. El
género masculino dominaba al femenino en toda la plenitud jurídica.
Aunque había dos
tipos de matrimonios, el que permaneció fue el que el padre de familia tenía la
patria potestad de la esposa.
Literatura
Existen diversas
huellas en la literatura que demuestran cómo el género, en particular el
femenino, ha sido relEgado a condiciones inequitativas.
Tenemos el ejemplo
de la clásica novela “Orgullo y perjuicio” de la novelista Jane Austen que muestra
cómo a finales del siglo XVIII el matrimonio era la aspiración única de las
mujeres. Los enredos y malos entendidos de la familia Bennet, es polarizada por
el interés de encontrar un buen marido que pudiera dar identidad social y
económica a las doncellas.
Esta historia está
repleta de romance y emociones, pero es solo una de los muchos escritos
amorosos de la autora, quien irónicamente no formó una familia tradicional.
Perteneció a la época en la que se encuentra ambientado el escrito referido,
parece ser que su vida amorosa no fue exitosa al lado de algún caballero, por
el contrario, fue reconocida por méritos propios y enaltecida por la sociedad
hasta después de su muerte acaecida en 1817. Este ejemplar pone de relieve cómo
la mujer tiene una valoración distinta al hombre y es la sociedad misma quien
impone los parámetros ilustrados en las desiguales normas jurídicas, por
ejemplo, respecto a la herencia.
Shakespeare
Este autor del
siglo XVII también fue rodeado de su circunstancia contextual y la muestra en
sus escritos y argumentos.
En la tragedia de
Hamlet, la madre, Ofelia, es considerada como una prostituta. La viudez de la
que acababa de adquirir, era una especia de castigo que la cubría y que la
sentenciaba socialmente a conservar su integridad corporal y afectiva en la
tumba del rey.
Muchos feministas
han defendido este papel teatral como una manifestación social plausible de las
damas y se han opuesto a la reacción machista que expresa la obra, pues en
general, se dice, fijan en el honor y liviandad de la mujer las terribles
consecuencias y el fin del resto de los personajes.
Conquistas legales
La mujer en
nuestros días ha avanzado a un empoderamiento social y político como nunca
antes se había visto.
Hemos celebrado en
México el 61 aniversario del voto de la mujer en México. Este hecho es el
síntoma de que todavía muchas personas de este género que conviven a nuestro
alrededor, estuvieron silenciadas a la elección de quienes representaban sus
intereses.
Una de estas
manifestaciones, es la Ley General de Accesos de las Mujeres a una vida libre
de violencia” expedida en el año 2007.
Esta normatividad
recrea las modalidades de la violencia, familiar, laboral y docente, en la
comunidad, institucional y el fenómeno del feminicidio.
María Zambrano es
una de las feministas más reconocidas, ha comentado que la mujer debe ser reconocida
como persona por sí misma sin necesidad de una vinculación a un hombre. Su
aceptación social debe ser ontológica, por el mero hecho de ser y no
condicionada a su rol de madre o esposa.
Es claro que las
mujeres también han sufrido de la denominada misoginia, es decir, del desprecio
de la sociedad por el hecho de no ser varones. Esta es la experiencia de
multitudes de personas. La sociedad por sí misma no lo ha reconocido, solo lo
ha registrado en virtud de innumerables protestas y contundentes revelaciones
de este comportamiento. Muestra de ello es .la elevación de la figura jurídica
del feminicidio a rango de ley.
Una vez que hemos
constatado que ha existido una dominación y sometimiento del género femenino,
pasemos a un modo de género derivado, la homosexualidad.
Actualidad
Denise Dresser,
Patricia Reyes Espíndola Elena Poniatowska y otras treinta y cinco
mujeres, relatan de modo ameno y agudo,
las dificultades sociales a las que se han enfrentado en la época
contemporánea.
Las consecuencias
de que una mujer pierda la juventud y la belleza, son referencias modernas que
cuestionan si el valor de la mujer es exclusivo a estas características
físicas.
El nivel de
cultura deficiente es plenamente identificado con las mujeres. En un análisis
somero y de experiencia empírica, es fácil darse cuenta que a las dificultades
de erudición se suman los obstáculos del género, patrocinados por los líderes
laborales y las autoridades. La calidad moral de los políticos varones es
profundamente cuestionada en virtud de experiencias desagradables.
Hasta ahora me he
referido exclusivamente a al género femenino y lo explicado hasta ahora pone en
evidencia su segregación.
2.
LA HOMOSEXUALIDAD
Importancia
Es común que en
nuestra sociedad se hable de que las personas homosexuales viven dentro del
armario, sin embargo, también, por el desarrollo de los medios de comunicación,
sabemos que ahora cada día más personas hacen del conocimiento público esta
preferencia sexual. Además, cada vez es más frecuente encontrar conviviendo o
“viviendo juntos” parejas del mismo género. El motivo por el cuál no
todosmanifiestan su identidad sexual se debe, entre otras razones, a que estas
minorías se encuentran segregadas de la comunidad, por lo general, se les
identifica como personas inmorales y por ende, se les discrimina.
El fenómeno
homosexual está presente en todas las clases sociales, épocas y lugares. Así
las familias y núcleos sociales han evolucionado. Estas personas han tratado de
sobrevivir a una sociedad tradicional que, durante años, principalmente después
de la primera mitad del siglo XX, fueron abiertamente rechazadas.
Por estos motivos,
es importante comprender el mundo de la sociedad homosexual desde el punto de
vista de los mismos individuos, el de los terapeutas, la sociedad y el Estado
quien tutela el bien común de todos sus gobernados.
Antecedentes
Ya en la Grecia
antigua se practicaba la homosexualidad. Era común andar con púberos. Se
señala, por ejemplo, entre otros, a Aquiles como una persona que llevaba una
relación de amante. En Roma, se dice que era frecuente penetrar a los esclavos
y aunque los emperadores andaban con muchas mujeres, también es cierto que
buscaban a los jóvenes.
Terminología
Hay términos que
aluden la homosexualidad, como por ejemplo la “sodomía” que tiene su origen en la conocida ciudad de Sodoma, en donde,
según la Biblia, la sociedad se comportaba de un modo libertino y perverso. A
causa de llo fue destruida por Dios al igual que la ciudad de Gomorra por los
mismos motivos, no obstante la intercesión de Abraham quien imploraba
misericordia en caso de encontrase a alguna persona justa.
Este término alude en
específico a todos los actos relativos a la sexualidad que no concluyeran con
la concepción. Se afirmaban que eran actos antinaturales. Se dice que ya San
Agustín lo documenta e identifica con el sexo vía anal.
Michael Focault
(1976) consideró que la homosexualidad fue una aberración por el contexto
histórico, pasó de ser un paciente clínico en el siglo XIX a un personaje
misterioso y que la homosexualidad ahora
era una especie derivada de la sodomía.
La homofobia
Esta palabra se refiere a la desprecio
de las personas homosexuales.
Evolución
de la construcción social
La homosexualidad se consideró como una perversión y un crimen que merecía castigos
terribles como el de la mutilación. Otros afirman que eran quemados vivos,
golpeados y presos. La sodomía se identificaba con la herejía por lo que daba
pie a ser procesados. Se dice que en Europa eran condenados a la hoguera.
En la actualidad la homosexualidad es
permitida en casi todo el occidente pero intolerada y castigada en varios
países árabes. En la mayor parte de América
Latina está permitida la unión marital entre personas del mismo género.
Origen y causas de la
homosexualidad
Aun cuando el debate no ha sido
concluido, se niega por lo general al origen genético salvo las excepciones
naturales de mutación cromosómica. En la actualidad, la tendencia homosexual se
refiere a la inclinación o preferencia por sentir el placer sexual proveniente
de una persona del mismo género.
Hasta mediados del siglo XX se le
consideró como un desorden de la naturaleza. En la historia se le atribuyó a
una maldición o posesión sobrenatural. Pero la ciencia en este campo prosperó
en los años sesenta y después se establecieron las primeras teorías biológicas
con Kallma, Dorner, Kolodny y Le Vay. Luego llegaron en los setenta las teorías
interaccionistas con el estudio Money y Cols. Y de Felman Mc Culloch. Además se
adhirieron en la conductual Bandura y finalmente el psicoanalítico con Freud a
principios del siglo XX, quien propuso una complicada teoría del origen de la
homosexualidad masculina, en una exagerada atención a la madre a modo de
identificarse más plenamente con un género que no le corresponde. Por eso
propone que las madres cuiden de los varones y el padre a las mujeres a fin de
que no se desarrollen sentimientos hostiles de competencia. También propuso la
prohibición de la homosexualidad como remedio a su propagación social.
La teoría del conductismo se
fundamenta en las sensaciones de placer o de dolor según los estímulos
investigados por Paulov y concluye que la tendencia es determinada por la
primer experiencia sexual.
La teoría biológica, por ejemplo, que se
fija en las circunstancias fisiológicas y etiológicas de la naturaleza de la
persona, como la teoría genética, la aportación de los cromosomas “Y” o sus
características físicas como el hermafroditismo. En los años treinta se
desarrolló también la teoría hormonal de
la orientación sexual de los adultos con resultados inconsistentes.
Pero hay otras teorías son mucho más
debatibles, por ejemplo, considerar la permanencia de la tendencia. Las teorías
que fincan su origen en la infancia o adolescencia, también se han fortalecido
y adoptado algunos matices, como por ejemplo, el término inicial de la vida
sexual.
Enfermedad psicológica
Es necesario recordar
que a principios de los años 70´s, la Asociación Americana de Psiquiatría ya
quitó de la lista de los trastornos mentales a la homosexualidad y que la OMS,
Organización Mundial de la Salud, la quitaría de las enfermedades psiquiátricas
hasta 1990.
El estudio
psicológico de la homosexualidad también tiene algunos antecedentes a finales
del siglo XIX. SE ha determinado que estas tendencias no siempre corresponden a
la voluntad de las personas por lo que ordinariamente no se pueden elegir.
Se ha reiterado
que su origen no puede ser genético y se ha propuesto que puede provenir del
subconsciente.
Hay quien lo
atribuye a un síndrome de Edipo permeado por la relación que cada persona
establezca con sus propios padres.
Tradicionalmente se le ha considerado como perversión toda vez que su
práctica no conlleva a la reproducción humana.
En la actualidad
ha evolucionado la situación legal que beneficia a estos sectores sociales de
la población y se ha imbuido de una publicidad inusitada a través de la expansión
de los medios de comunicación.
Freud
Considera a la homosexualidad como cualidad ontológica,
de donde se concluye que una persona homosexual no puede convertirse en
heterosexual y viceversa.
Se puede tomar en
cuenta también, para este estudio, el informe Kinsey en el que se propuso una
clasificación particular de la bisexualidad humana que argumenta que la mayor
parte de la sociedad “parece tener por lo menos alguna atracción hacia personas
tanto de uno como de otro sexo” aunque tenga una definición previa aunque ha
sido desmentido por otros, todavía es referencia genérica.
Foucault y otros
consideran que la homosexualidad son ficciones sociales y en la antigüedad era
una virtud exclusiva de personajes destacados y se ha mostrado ante la sociedad
mediante características distintas conforme a las épocas y contextos
específicos.
El voto de castidad en el clero
La tradición
religiosa en el culto católico es la promesa de las tres virtudes evangélicas,
la pobreza, la castidad y la obediencia.
Se ha debatido si
una puede comprender a las demás, por ejemplo, el que es pobre no puede tener
acceso a la sociedad y por lo tanto estar obligado a una castidad forzosa. O en
el caso de la obediencia, si uno está sometido a un régimen disciplinario en el
que se le ordene el aislamiento, por ende, no podrá ejercitar su propia
sexualidad.
Así en el caso del
clero, en donde por los votos de castidad, los ministros renuncian a formar
vida en pareja, la expresión sexual es claramente reprimida, lo que puede traer
varias consecuencias, por ejemplo, la búsqueda de amantes del sexo opuesto,
mujeres, o a su falta por las restricciones sociales de convivencia, del mismo
género. Así, por esta segregación, pueden darse las relaciones homosexuales por
cuestión de situación, aunque las personas sean definidas como heterosexuales y
su preferencia sea clara y específica.
Es tradición que
los monjes, sacerdotes y religiosos que solo conviven con varones a una
sociedad exclusiva de su propio género, pues es claro que la convivencia con
mujeres los pone en una situación de “tentación”. Sin embargo, en el caso que
les sea permitida la comunicación con mujeres,
si son personas consagradas observantes, deberán de seguir la disciplina
correspondiente, como lo es administrar la confesión en el anonimato y en un
lugar que lo separe físicamente del penitente, no permitir el acceso de
personas del sexo opuesto a las habitaciones y por supuesto, nunca compartir el lecho con nadie. De ahí se puede
deducir una especial represión de la vida activa sexual, que en el decálogo
católico, significa un especial sacrificio divino.
Origen del celibato sacerdotal.
Se habla de los
fundamentos de las epístolas paulinas que ordena a los diáconos ser el marido
de una sola mujer hasta que se llevó a cabo el Concilio de Nicea en el que se
reunieron los cristianos para establecer sus primeros ordenamientos
legislativos. .
También se
encuentran antecedentes en los escritos de reconocidos autores cristianos,
entre otros, Tertuliano y Orígenes.
San Cirilo exhortó
a sus ministros para que sirvieran adecuadamente al Señor y los invita a
mantenerse distante de las mujeres.
Hay un historiador
de la iglesia de nombre Sócrates, quien narra cómo se propuso la ley del
celibato, que, en esa época, era demasiado estricta.
Posteriormente, en
el Concilio Español de Elvira, se impuso categóricamente la observancia del
celibato a los ministros de culto, sacerdotes, obispos y diáconos, norma que
fue confirmada por el concilio de Nicea y regulaba la cohabitación con mujeres
que las reducía exclusivamente sus familiares de4 sangre, madre y hermanas.
Lugo se reguló el ingreso de personas previamente casadas a las órdenes
mayores.
El Papa San
Siricio, hacia el año de 386 prohibió las relaciones sexuales de los sacerdotes
con sus esposas.
El Primer Concilio
de Letrán (112) se determinó la incapacidad de las mujeres y descendientes de
los ministros declarando a los niños como esclavos, propiedad de la Iglesia.
Gregorio VII
prohibió que celebrar misa a a los sacerdotes que cohabitaran con mujeres.
El Primer Concilio
de Letrán (1123), declaró como inválido el matrimonio de los sacerdotes.
En Edad Media,
ingresar al clero era una especie de empleo por lo que no había restricciones a
los candidatos y los matrimonios previos podían ser anulados.
No fue, sino hasta
1908 que se llevó a un reconocimiento canónico de la cuestión, sin embargo hubo
diversos matices en la Iglesia Oriental, la Griega, la Rusa y Armenia.
Pero es el caso
que pueden existir personas heterosexuales, quienes por este contexto
intolerante y segregación de las
mujeres, pueden llegar a cometer actos homosexuales.
Contenencia e identidad sexual
Otras personas
religiosas, en cambio, quienes pueden ser heterosexuales, pueden ser orilladas a
casarse y a aparentar ser heterosexuales pero pueden frustrar su propia
identidad homosexual.
Sin duda, las
circunstancias pueden influir en la aceptación de la propia identidad sexual,
que para el caso de los eclesiásticos, la simple continencia es universal para
cualquier preferente.
Vivir dentro del armario
En efecto, tanto
en el clero como en el mundo secular, muchas personas que son homosexuales
prefieren pasar desapercibidos ya que muchas sociedades no los toleran. En la
Iglesia católica, y en particular en los seminarios o institutos religiosos,
simplemente no es tolerado, pues la simple manifestación de esta preferencia es
un motivo para su baja inmediata. Lo anterior puede traer como consecuencia una
dicotomía entre lo que se es y lo que se profesa ser.
Hay quienes
afirman que un homosexual pueda volver a ser heterosexual y los motivos son,
entre otros, que la identidad personal no se encuentra fundamentada en el sexo.
Pronunciamientos relativos a la
discriminación de género
Pero el Vaticano es
armónico con sus afirmaciones relativas a que los Gobiernos de cada país se
conduzca con las limitaciones que consideren pertinentes y los compara de modo
similar a los enfermos mentales o físicos quienes pueden propagar sus males a
sus propias comunidades.
Afirma que las
personas homosexuales que llevan una vida moralmente aceptada, por lo general
son ocultas a no ser que lo hagan de modo público manifiesto. De ahí que
considera muy reducida la posibilidad de que exista una discriminación, pues la
mayoría considera su conducta como apropiada acorde a su propia conciencia
moral. La doctrina rechaza las leyes que promuevan los derechos de estas
personas ya que alienta a la manifestación
de sus propios desórdenes o motiva su elección para beneficiarse de otros.
Además se
consideran las dificultades de la adopción de niños y su cuidado, la nueva
definición de familia y beneficios de la seguridad social. La Iglesia Católica
ha determinado que el sacramento del orden es exclusivo a los varones. Solo
deben de ser promovidos quienes, entre otras cualidades, tengan buena
intención, estudios eclesiales, buena fama y demás características físicas y
psicológicas.
Tiene determinada
la edad de veinticinco años al menos para recibir el sacramento.
Consideración de la homosexualidad en el
clero
Para ello, cabe
precisar que en el año 2005, la Congregación para la Educación Católica, emitió
una instrucción relativa a los criterios que deben discernir la vocación de los
aspirantes al sacerdocio. Este documento
habla de la tendencia homosexual
“arraigada profundamente”.
Necesidad de madurez afectiva
Para considerar
estas tendencias, alude a la necesidad de madurez en afectos del aspirante.
Además remite a definiciones dogmáticas de la homosexualidad como lo es, la
relación “exclusiva o predominante,
hacia personas del mismo sexo.”
Motivos de la exclusión de los homosexuales
del ministerio.
Afirma que estas
tendencias pueden llegar a ser comportamientos depravados y expresamente sentencia
que su inmoralidad en virtud de las leyes naturales. Entre los principales
motivos se enumera la incapacidad de procreación, fin exclusivo de las
relaciones sexuales y porque se niega la posibilidad de la complementariedad
humana de tal modo que es completamente inaceptable en la moral católica.
Doctrina de conversión a la heterosexualidad
Establece que las
personas con estas tendencias con una inclinación “objetivamente desordenada” a
quienes se refiere con respeto y teóricamente sin discriminación alguna pero
proponiéndoles una reeducación, que no tiene otro significado que reorientar
las inclinaciones de estos individuos, lo que es contrario a las teorías
freudianas que afirman que un homosexual no se puede convertir en heterosexual
y viceversa.
Doctrina
Para el clero, hay
dos situaciones diferentes. Una cosa son los actos homosexuales y otra muy
distinta las tendencias homosexuales.
Los documentos de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, establecen que la homosexualidad sea
una cualidad que deba originar la discriminación, ya que, para la Santa Sede,
la homosexualidad es un tema de comportamiento o preferencia moral y no una
característica externa de la persona.
Considera que
quienes tienen estas inclinaciones o conductas, tienen iguales derechos que
cualquier otra persona, sin embargo son expresamente exceptuados del ministerio
sacerdotal.
Se afirma la
gravedad e inmoralidad de los primeros, las predisposiciones, en cambio, las
considera no solo naturales, sino que, además, frecuentes en todas las personas
y se pronuncia negando la admisión al ministerio a aquellas personas que
ejercen, presentan o sostienen las prácticas homosexuales y entre los
principales motivos enuncia las serias dificultades que puede haber en la
relación con diversas personas. En este sentido, el Vaticano se adelanta a
posibles “consecuencias negativas” que pueda generar una persona homosexual,
pero no especifica cuáles pueden ser estos resultados. Solo es implícita la
consideración de que el interesado pueda continuar o ejercer estos actos
considerados como negativos desde la moralidad y que por lo tanto sería un
escándalo para quien debería de ser considerado como un ministro guía de la
conciencia moral en su propio credo.
Homosexualidad
pasajera
No obstante,
reconsidera aquellos candidatos con una afinidad homosexual pasajera y
establece el término de tres años antes de que sea promovido a las órdenes
diaconales. Determina con toda firmeza que la simple inquietud vocacional no es
suficiente para generar el derecho de recibir el ministerio. Esta es una
prerrogativa exclusiva de la Institución eclesiástica, desde la admisión de los
solicitantes, la educación de los estudiantes y su convocación al orden
sacramental. Todo este proceso debe de valorar constantemente los requisitos
establecidos, en este tema, de su personalidad, tendencia o preferencia sexual.
Responsabilidad canónica y moral
Representan a la
iglesia los obispos, rectores de seminario y superiores religiosos a quienes
corresponde obtener la información necesaria para calificar su idoneidad. Se establece además que la simple duda es
motivo suficiente para negar su admisión.
En los seminarios o casas de formación religiosa se debe promover la
madurez afectiva de los candidatos y
quienes participan en ello también son consultados.
La dirección espiritual, fuero
interno
Existe además una figura tradicional denominada “director espiritual”
quien debe auxiliar a las tareas del discernimiento personal de cada alumno.
Este personaje funciona “ad intra” mediante entrevistas personales con los
aspirantes y verificar que su comportamiento sexual sea adecuado al ministerio.
En el caso de que el alumno realice prácticas homosexuales o simplemente tenga
tendencias arraigadas, deben de orientarlo al abandono de la vocación
religiosa.
Pero la situación es más compleja, ya que la decisiones son
completamente personales para cada solicitante. Así que la Santa Sede, a través
de este documento conmina a los seminaristas a confiar en el criterio de sus
educadores. Además precisa que ocultar la propia homosexualidad sería
deshonesto y hasta fraudulento en le proceso de discernimiento.
Responsabilidad de los obispos y
superiores de las órdenes religiosas
La Congregación para la Educación Católica establece la
corresponsabilidad de las personas delegadas en el ejercicio de sus funciones
ministeriales y educativas, respecto al talento de sus alumnos.
3.
EL
FANATISMO RELIGIOSO
Además
de la homosexualidad en la Iglesia católica, también se ha descubierto que
muchas sectas han sido instrumentos para encubrir el comportamiento homosexual
y hasta delictivo de sus propios líderes.
Es
antagónico que, por una parte, se predique la transparencia y por el otro lado
se solape la criminalidad, no el sentido de las preferencias sexuales, pero sí
en los abusos y trata de personas.
En
el tema expreso de la homosexualidad, la mayoría de las sectas cristianas
también son intolerantes dado el puritanismo ideológico. Sin embargo, se ha
documentado que muchas de ellas han sido investigadas por la Fiscalía
Especializada para los Delitos de Violencia contra las mujeres.
Extorsión
Los
chantajes están a la orden del día cuando se quieren divulgar aspectos
negativos de las sectas, por ejemplo, de la Cienciología, de quienes se sabe,
contratan investigadores privados para conocer la vida personal de quienes osan
levantar la voz en contra de las injusticias que cometen.
Consecuencias
Es
muy singular el hecho de que ni las sectas desean dar a conocer aspectos
íntimos de su estructura o vida personal de sus líderes, incluida la
orientación sexual, como la de los periodistas involucrados quienes son
amenazados en darlos a conocer, y es particularmente vulnerable la orientación
sexual cuando es diversa.
Control de la vida sexual
Se
dice también, que las sectas llegan a tener tal control de las personas, que no
se limitan a la conciencia moral, sino que dominan toda la vida intelectual,
familiar y hasta sexual de sus fieles.
Ejemplo
de ello son las interpretaciones más radicales del sexto mandamiento de Moisés
consistente en la prohibición de cometer actos impuros o sexuales y por lo
tanto se ordena abstinencia incluso dentro del mismo matrimonio.
Otros
grupos más radicales, no conformes con el dominio de las libertades elementales
de cada miembro de su comunidad, aíslan sus propias sociedades a modo que
ninguna autoridad legal puede intervenir y en los casos más graves, llevan a
estos grupos a destinos fatales, ocultando tras la muerte también la diferencia
o radicalización de la problemática de género.
De
igual modo surgen nuevos mesías quienes se aprovechan de la ignorancia popular
quien en su necesidad se ofrecen como víctimas a depredadores sexuales que de
ordinario son solo varones y frecuentemente homosexuales.
Conclusiones
Hemos
debatido el modo en que la sociedad ha segregado al género femenino, la
homosexualidad y los abusos que se han dado en la práctica religiosa.
Es
evidente que las mujeres han sufrido por siglos esta dominación y eventual
desprecio como se ha comentado antes, además la identidad homosexual ha sido
reprimida cuando se trata de índole religiosa y se reflexionado en la
problemática criminal que esto puede causar.
En
mi opinión no es un debate cerrado sino en la espera de una evolución de
conceptos. Como hemos visto, el tiempo ha definido diversos contextos, mientras
las leyes y la sociedad también.
De
cualquier modo, con sus definiciones cada vez más precisas, el debate del
género en sus diversas modalidades nos abre un amplio panorama para verificar
si la justicia es debidamente aplicada a cada caso en lo particular.
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